viernes, 20 de mayo de 2011

Media vida en 25 canciones (8)


(Este articulo está dedicado a mi amigo Pedro García de las Heras, que durante un viaje al Mediterráneo me quitó de encima más de cuarenta años con la banda sonora de aquellos tiempos en que todavía brillaba el esplendor en la hierba.)

NON CREDERLE

De la cantante italiana Mina recuerdo su prodigiosa voz ─capaz de encogerte el alma y encenderte el cuerpo al mismo tiempo─ y aquellos ojos un poco hundidos y rodeados siempre de un cerco de rimel que le daban un aspecto de hembra felina. No me extraña nada que sus compatriotas le añadieran el apodo de la Tigresa de Cremona, ciudad en la que creció aunque había nacido en Lombardía. Fue la cantante italiana por antonomasia para los que nos sentíamos jóvenes en ese tiempo acotado que va de la llegada de la televisión hasta el tsunami de mayo del sesenta y ocho. Después, con la llegada de los cantautores y la postmodernidad su estrella ─que seguía brillando igual─ se fue alejando mientras la artista vive su vida de ermitaña con los lujos justos, en Suiza; ya retirada de los escenarios y grabando discos de tarde en tarde para sus fieles.


Aunque comenzó su carrera cantando en inglés ese clásico del rock and roll que se llama Be Bop A Lula en 1961 participó en el Festival de San Remo con las canciones È vero y Le mille bolle blu, respectivamente. Ahí empezó todo.
Durante los años sesenta y setenta su popularidad fue creciendo en España como la espuma y su canción Ciudad solitaria la cantaron aquí hasta los mudos. El tema Un año de amor era suyo también y cantada por Luz Casal en una versión magnífica fue la mejor ilustración posible para la película Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar. Claro que eso ocurría treinta años después del original. Seguro que hay muchos ex-laborales de Córdoba que recuerdan otros grandes éxitos de Mina como Parole, parole y Gran, grande, grande.
En los últimos años, Mina está colaborando con periódicos y revistas como comentarista y escribe un artículo semanal en la La Stampa.

La canción que traigo hoy a esta serie se trata de uno de sus grandes éxitos de la época ─como no podía ser de otra manera─ pero es, sobre todo, una de las más hermosas canciones de amor que yo he conocido y puedo decir que estoy enterado de unas cuantas. Me refiero a Non crederle (No la creas) que también ha sido grabada por numerosos artistas (Olta Boka, Luca Semplice, Vasco Rossi y muchos más) pero que en la voz de Mina es diamante de veinticuatro quilates pulido por el mejor tallista de Amberes. Yo tengo una debilidad especial por la interpretación que hizo de esta canción, en directo, la tonadillera Pastora Soler y, cómo no, por la instrumental de Fausto Papetti con un saxo fuera de serie. Aunque no me constaba, me puse a investigar la posible existencia de una versión de la inmortal Rocío Jurado porque me parecía imposible que la artista de Chipiona no hubiera cantado nunca Non crederle. Al fin y al cabo, Mina y ella han sido almas gemelas que cuando se enrabietaban cantando temblaba hasta el misterio. Naturalmente, mi empeño dio su fruto y apareció el Non crecerle de Rocío Jurado pero ─es una modesta opinión─ creo que no está a la altura de su infinito talento. El de Rocío, quiero decir. Así que primero está la versión de Mina y luego, a diez o doce años-luz de distancia, todas las demás.

Non crederle

No, no, no,
non crederle,
non gettare nel vento
in un solo momento.
quel che esiste fra noi.
No, no, no,
ascoltami
tu per lei sei un giocattolo
il capriccio di un attimo
e per me sei la vita.
Se lei ti amasse, io
se lei ti amasse, io
io saprei soffrire e anche morire
pensando a te.
Ma non ti ama, no
lei non ti ama, no
ed io non voglio
vederti morire per lei.
No, no, no
non crederle
non gettare nel vento…
in un solo momento.
quel che esiste fra noi...




No la creas

No, no, no,
no la creas,
no devuelvas al viento
en un solo momento
lo que hay entre nosotros.
No, no, no
escúchame
tú para ella eres un jueguecito
el capricho de un momento
y para mí eres la vida.
Si ella te amase, yo
si ella te amase, yo
yo sufriría y hasta moriría
pensando en ti.
Mas no te ama, no
ella no te ama, no
y yo no quiero
verte morir por ella.
No, no, no,
no la creas
no devuelvas al viento
en un solo momento
lo que hay entre nosotros…



Liza Minnelli dijo de ella:

- “Mina canta las canciones como deben ser cantadas, igual que fueron escritas. Ella es para la canción lo que Robert De Niro para el cine: única”.
La cubierta de su album "Attila" (diseñada por Mauro Balletti), esta expuesta en el MOMA de en New York como una obra de arte moderno.